
OPINIÓN: "Abanicos en los trenes" - by Jose Antonio Castan
Recientemente me han querido hacer partícipe en una conversación acerca de titulares que aparecen en Mr. Google del tipo: “…vuelos BCN-MAD lanzan 115 Kg de CO2 por pasajero frente a cero del AVE…” rápidamente nos viene a la mente la comparación electricidad (tren) contra emisiones del combustible (avión) tan dañinas, al parecer, para favorecer la contribución al efecto invernadero.
Mi contestación, debo reconocer algo insolente, fue: “cierto, dado que en el AVE reparten al entrar abanicos y/o pai pais para cada pasajero, esa afirmación debe ser rigurosamente cierta”.
No olvidemos que en los trenes también queremos estar climatizados (rango temperatura operativa entre 21 ºC y 25 ºC con una humedad relativa entre 40% y 60% dependiendo de la estación) y, muy posiblemente, se estará consiguiendo mediante la utilización de gases fluorados de efecto invernadero.
Los sistemas de refrigeración por compresión mecánica y de expansión directa mediante los cuales funcionan los aparatos de climatización en los trenes, a pesar de que puedan ser equipos compactos (que no lo son), contarán con unidades condensadoras y unidades evaporadoras, compresores, tubería soldada y/o abocardada… y mientras funcionan están en constante movimiento; es por ello que son susceptibles de un tipo de averías que precisamente están muy relacionadas con las fugas.
Las solicitaciones a las cuales se ven sometidos todos los componentes por los arranques, frenadas, aceleraciones se traducen en vibraciones, desgastes por rozamientos de las tuberías entre ellas o con otros elementos, fisuras en las soldaduras, abocardados que se romperán prematuramente por cizallamiento… dando lugar a fugas permanentes del fluido refrigerante mediante el cual funcionan.
Si hay un mantenimiento preventivo y exhaustivo de vigilancia acerca del control de fugas en esos aparatos podremos atrevernos a decir que controlamos muy bien las fugas y, por consiguiente, quizás sea irrelevante la posible incidencia contaminante debida a las fugas de refrigerante. Pero si esto no fuera así, ¿no sería razonable repercutir esas Tm equivalentes de CO2 en el transporte ferroviario por cada pasajero? De esta manera podríamos realizar una comparación con resultados más ecuánimes.
En cualquier caso resulta evidente que, una vez más se manifiesta necesario la realización de mantenimientos preventivos convenientemente programados en los aparatos que funcionen con GFEI (entre otras acciones técnicas) si de verdad queremos un futuro sostenible sin perder las comodidades a las que estamos acostumbrados.
Autor: |
![]() | Jose Antonio Castan Ingeniero Industrial Jefe de estudios en CTEEP |
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